¿Qué es el carvacrol?

El carvacrol es una sustancia, concretamente un fenol, presente en ciertos aceites esenciales, especialmente en el aceite de orégano silvestre (Origanum vulgare). También está presente en los aceites de tomillo, hierba de la pimienta o bergamota. El orégano es una planta originaria de la zona Mediterránea que ha sido usada tanto como especia culinaria como en la medicina tradicional desde muy antiguo.

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Propiedades del carvacrol

Además de utilizarse en la cocina, el orégano tiene una larga tradición de uso para tratar diversas dolencias digestivas y sobre todo como antibiótico natural. Hoy en día se cree que esto es debido principalmente a su riqueza en carvacrol, que inhibe el crecimiento bacteriano, puede ser antiespasmódico y carminativo, y tiene un efecto antifúngico. Recientemente se está estudiando sus beneficios como parte del tratamiento de la candidiasis.

Modos de empleo

El orégano se puede tomar en forma de forma de aceite esencial, en cápsulas de orégano emulsionado o en infusión, preferentemente con las comidas principales. Puesto que la concentración de orégano varía de un producto a otro, es importante consultar con un terapeuta para saber qué tipo de producto y qué dosis conviene a cada caso particular, y si es necesario complementarlo con un probiótico. También hay que tener en cuenta que los productos a base de orégano no deben consumirse durante el embarazo.

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Estudios

Existen numerosos estudios de las propiedades beneficiosas del aceite de orégano y del carvacrol. Uno de los más recientes fue realizado por la Universidad de Long Island en 2012 para comprobar el efecto del carvacrol en el tratamiento del cáncer de próstata, aunque los estudios más numerosos se refieren a sus propiedades antifúngicas y antibacterianas. La universidad de Georgetown llevó a cabo en 2001 dos estudios en ratones para comprobar la efectividad del aceite de orégano como tratamiento contra bacterias resistentes a medicamentos. Los resultados fueron positivos y muy prometedores, y se presentaron ese mismo año en la reunión anual de la Universidad Americana de Nutrición. Ciertos estudios realizados in vitro han mostrado la propiedad antifúngica del aceite de orégano contra el hongo Candida albicans, pero son necesarios estudios en humanos para confirmar su alcance. Otros estudios han mostrado la necesidad de tomar un probiótico en conjunción con el aceite de orégano para evitar que disminuyan los niveles de bacterias beneficiosas.

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Fuente: MadridNatura.com